Incomparables playas al sur de Marcona
Parece broma. No se veía ni un centímetro de tierra. Aunque debía haberla. Esos tres mil lobos marinos y más de mil pinguinos estaban recostados sobre algo. Pero esos animales y una gran cantidad inimaginable de aves no dejaban de ver ni un granito de arena en las 54 hectáreas que ocupa Punta San Juan a tiro de piedra de Marcona. Hace un buen tiempo, hasta fines del siglo XIX, gran parte de la costa lucía con saludables colonias de lobos y pinguinos. Hasta que el hombre vio como convertirlos en pieles y grasa para fabricar velas. Y las "bestias" se fueron a vivir a las islas. Punta San Juan es una excepción en el litoral peruano. Claro, está totalmente cercada por un muro. Si no, chau lobitos.
Al sur de Marcona, en espacios abiertos al público, y a través de una carretera afirmada, se puede acceder a un rosario de notables playas. Para empezar nos dirigimos en 4x4 hasta el balneario de Yanyarina, en límite entre Ica y Arequipa: nos espera un grupo de casas dispuestas en media luna frente a una mar brava y ventosa. En uno de sus extremos, sobre una formación rocosa en la orilla, destaca una cruz negra de madera. Nos bañamos y nos invitaron "tallarín de arañas" (hechos con los débiles parientes de los cangrejos que abundan en la línea de la marea).
Como regresando a Marcona nos encontramos con la playa Tres Hermanas que -según dice la leyenda- se refiere a tres hermanas que estaban enamoradas del mismo hombre y se arrojaron al mar en este lugar convirtiéndose en islas. El paisaje es asombroso, casi lunar. Las pozas y los arcos de piedra se suceden unos a otros. Hay figuras de elefantes, sapos, leones, aves y todo lo que usted quiera imaginar en Punta Colorada y Ensenada Chiquerío, hasta que llegamos a la Lobera.
Parece broma. El nombre, digo. La Lobera, cuando no hay ningún lobo a la vista. Es un nombre más antiguo que el exterminio, seguro. Ahora es la playa más popular de Marcona. Porque a las formaciones rocosas le alegra una expléndida alfombra de arena. Ideal para campamentos y para los aficionados a la pesca. Y para pasar una tarde irrepetible. Créanme.
(Álvaro Rocha, Revista Somos del diario El Comercio de Lima, 19 de setiembre de 2009)
Redacción Marcona: Buen artículo de la revista Somos. De seguro que en el siglo XIX abundaban los lobos, pinguinos y demás aves marinas en el litoral aún virgen de Marcona, libres de los cazadores de lobos, que por cierto arrasaron con numerosas colonias de lobos en las primeras décadas siglo XX. Sobre la playa La Lobera si bien es la playa más emblemática de Marcona pero no la más popular (excepto los días domingos), por estar distantes unos cuantos kilómetros al sur de la ciudad de Marcona, más no así las populosas y concurridas Playa Hermosa, Los Pinguinos, los Leones y la Acapulco. Pero con un poco de esfuerzo y trotando -de verás que si- se puede llegar a disfrutar de esta bonita playa de la costa peruana. Vale el esfuerzo.
Ver playas de Marcona http://marconadigital.net/playas.htm
* La negritas son nuestras
Parece broma. No se veía ni un centímetro de tierra. Aunque debía haberla. Esos tres mil lobos marinos y más de mil pinguinos estaban recostados sobre algo. Pero esos animales y una gran cantidad inimaginable de aves no dejaban de ver ni un granito de arena en las 54 hectáreas que ocupa Punta San Juan a tiro de piedra de Marcona. Hace un buen tiempo, hasta fines del siglo XIX, gran parte de la costa lucía con saludables colonias de lobos y pinguinos. Hasta que el hombre vio como convertirlos en pieles y grasa para fabricar velas. Y las "bestias" se fueron a vivir a las islas. Punta San Juan es una excepción en el litoral peruano. Claro, está totalmente cercada por un muro. Si no, chau lobitos.
Al sur de Marcona, en espacios abiertos al público, y a través de una carretera afirmada, se puede acceder a un rosario de notables playas. Para empezar nos dirigimos en 4x4 hasta el balneario de Yanyarina, en límite entre Ica y Arequipa: nos espera un grupo de casas dispuestas en media luna frente a una mar brava y ventosa. En uno de sus extremos, sobre una formación rocosa en la orilla, destaca una cruz negra de madera. Nos bañamos y nos invitaron "tallarín de arañas" (hechos con los débiles parientes de los cangrejos que abundan en la línea de la marea).
Como regresando a Marcona nos encontramos con la playa Tres Hermanas que -según dice la leyenda- se refiere a tres hermanas que estaban enamoradas del mismo hombre y se arrojaron al mar en este lugar convirtiéndose en islas. El paisaje es asombroso, casi lunar. Las pozas y los arcos de piedra se suceden unos a otros. Hay figuras de elefantes, sapos, leones, aves y todo lo que usted quiera imaginar en Punta Colorada y Ensenada Chiquerío, hasta que llegamos a la Lobera.
Parece broma. El nombre, digo. La Lobera, cuando no hay ningún lobo a la vista. Es un nombre más antiguo que el exterminio, seguro. Ahora es la playa más popular de Marcona. Porque a las formaciones rocosas le alegra una expléndida alfombra de arena. Ideal para campamentos y para los aficionados a la pesca. Y para pasar una tarde irrepetible. Créanme.
(Álvaro Rocha, Revista Somos del diario El Comercio de Lima, 19 de setiembre de 2009)
Redacción Marcona: Buen artículo de la revista Somos. De seguro que en el siglo XIX abundaban los lobos, pinguinos y demás aves marinas en el litoral aún virgen de Marcona, libres de los cazadores de lobos, que por cierto arrasaron con numerosas colonias de lobos en las primeras décadas siglo XX. Sobre la playa La Lobera si bien es la playa más emblemática de Marcona pero no la más popular (excepto los días domingos), por estar distantes unos cuantos kilómetros al sur de la ciudad de Marcona, más no así las populosas y concurridas Playa Hermosa, Los Pinguinos, los Leones y la Acapulco. Pero con un poco de esfuerzo y trotando -de verás que si- se puede llegar a disfrutar de esta bonita playa de la costa peruana. Vale el esfuerzo.
Ver playas de Marcona http://marconadigital.net/playas.htm
* La negritas son nuestras
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