Hoy 28 de julio se celebra el día de la Independencia Nacional del Perú, fecha trascendental en la memoria de todos los peruanos que marca el inicio de nuestra vida como Nación independiente y República soberana.
Como cuenta la historia un año antes de la jura de la Independencia (1820) el General José de San Martín y Matorras desembarcó en Pisco y con él más 4 mil oficiales y soldados patriotas en la llamada expedición Libertadora del Sur (conformada buena parte por chilenos y argentinos), el objetivo inicial de San Martín era ganar 14 mil adeptos a la causa patriota a la que se sumaron las poblaciones de Ica, Pisco y Chincha a los libertadores hacia su avance a Lima, la principal plaza militar y económica de la monarquia española en el Perú y Sudamérica.
Una vez en la capital virreinal peruana el General San Martín busca una salida pacífica a la situación y planteó reuniones con el virrey Joaquín de la Pezuela en Miraflores y Punchauca las cuales se dilataron y no prosperaron, posteriormente de la Pezuela sería derrocado por un golpe militar organizado por sus propios generales españoles de su ejército.
Mientras tanto en varias intendencias y ciudades se proclamaban su Independencia, sobre todo las del norte y centro, tal es el caso de Trujillo, Piura, Chiclayo, Cajamarca, Guayaquil y Tarma e Ica en el centro. El grito libertario se empezaba a dar por la voluntad de los pueblos.
Aprovechando que varias ciudades ya habían proclamado su Independencia el General San Martín y sus oficiales pretendian llegar a un consenso con el virrey y evitar llegar al uso de las armas, cosa que no próspero ya que el virrey quería que se adheriera a la Constitución Española de 1802 mientras San Martín buscaba la juramentación de la Independencia.
Tras ésta negativa los políticos y militares españoles se ven confundidos y entran en crisis, unos están a favor y otros en contra, y sabiendo que cada vez los limeños simpatizan y se unen al causa patriota, como es el caso del batallón español Numancia que se sumaron a los patriotas. Nobles y comerciantes limeños apoyan la causa libertadora.
Ante esta situación y desconfiando de los limeños el alto mando realista instala la capital del Virreynato en el Cusco, el ejército realista se estableció en ésta ciudad por buen tiempo. Mientras tanto algunas intendencias y ciudades de la sierra y el sur se mantienen fieles a la corona española hasta incluso después de 1825. Tras esta situación el Perú queda polarizado con una Lima y el Norte a favor de la Independencia y una Sierra y Sur apoyando a los realistas españoles.
Al estar Lima desprotegida y con un vacio de poder, San Martín y sus huestes y varios vecinos notables deciden proclamar la Independencia Nacional en una ceremonia especial en la plaza de armas de Lima. Entre los firmantes de Acta de Independencia se hallaba el grueso de la sociedad limeña compuestos por criollos y mestizos; eran comerciantes y profesionales liberales.
Es así que un sábado 28 de julio de 1821 el libertador José de San Martín proclama la Independencia Nacional en Lima, debilitando al poder español en la joven Nación peruana, pudiéndose librar definitivamente del yugo español unos años más tarde, en 1824 en la épica batalla de Ayacucho, la cual sello de una vez la Independencia y puso fin al dominio colonial español en el Perú y en Sudamérica.
Proclama de la Independencia Nacional:
El Perú desde este momento es libre e independiente
por la voluntad general de los pueblos
y por la justicia de su causa que Dios defiende
¡Viva la Patria!
¡Viva la Libertad!
¡Viva la Independencia!
Una vez en la capital virreinal peruana el General San Martín busca una salida pacífica a la situación y planteó reuniones con el virrey Joaquín de la Pezuela en Miraflores y Punchauca las cuales se dilataron y no prosperaron, posteriormente de la Pezuela sería derrocado por un golpe militar organizado por sus propios generales españoles de su ejército.
Mientras tanto en varias intendencias y ciudades se proclamaban su Independencia, sobre todo las del norte y centro, tal es el caso de Trujillo, Piura, Chiclayo, Cajamarca, Guayaquil y Tarma e Ica en el centro. El grito libertario se empezaba a dar por la voluntad de los pueblos.
Aprovechando que varias ciudades ya habían proclamado su Independencia el General San Martín y sus oficiales pretendian llegar a un consenso con el virrey y evitar llegar al uso de las armas, cosa que no próspero ya que el virrey quería que se adheriera a la Constitución Española de 1802 mientras San Martín buscaba la juramentación de la Independencia.
Tras ésta negativa los políticos y militares españoles se ven confundidos y entran en crisis, unos están a favor y otros en contra, y sabiendo que cada vez los limeños simpatizan y se unen al causa patriota, como es el caso del batallón español Numancia que se sumaron a los patriotas. Nobles y comerciantes limeños apoyan la causa libertadora.
Ante esta situación y desconfiando de los limeños el alto mando realista instala la capital del Virreynato en el Cusco, el ejército realista se estableció en ésta ciudad por buen tiempo. Mientras tanto algunas intendencias y ciudades de la sierra y el sur se mantienen fieles a la corona española hasta incluso después de 1825. Tras esta situación el Perú queda polarizado con una Lima y el Norte a favor de la Independencia y una Sierra y Sur apoyando a los realistas españoles.
Al estar Lima desprotegida y con un vacio de poder, San Martín y sus huestes y varios vecinos notables deciden proclamar la Independencia Nacional en una ceremonia especial en la plaza de armas de Lima. Entre los firmantes de Acta de Independencia se hallaba el grueso de la sociedad limeña compuestos por criollos y mestizos; eran comerciantes y profesionales liberales.
Es así que un sábado 28 de julio de 1821 el libertador José de San Martín proclama la Independencia Nacional en Lima, debilitando al poder español en la joven Nación peruana, pudiéndose librar definitivamente del yugo español unos años más tarde, en 1824 en la épica batalla de Ayacucho, la cual sello de una vez la Independencia y puso fin al dominio colonial español en el Perú y en Sudamérica.
Proclama de la Independencia Nacional:
El Perú desde este momento es libre e independiente
por la voluntad general de los pueblos
y por la justicia de su causa que Dios defiende
¡Viva la Patria!
¡Viva la Libertad!
¡Viva la Independencia!
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